La práctica de un estilo de vida activo y saludable es una meta cada vez más importante para las personas de todas las edades, ya que es así como logramos mantener una salud óptima física y mental. Para ello, debemos incluir en nuestra rutina diaria una alimentación balanceada y la práctica de actividad física. Igualmente, debemos trasladar estos valores a los más pequeños de la casa.
En este artículo en particular, te hablaremos sobre la importancia del deporte en la etapa de desarrollo infantil y algunos tips para que, tu como padre, logres enseñarles a tus pequeños la importancia del deporte e integrarla en su día a día.
La importancia del deporte en la etapa infantil
La práctica de actividad física, sobre todo cuando se trata de algún deporte que implique constancia, compromiso, trabajo grupal y la preparación para competiciones traerá muchos beneficios para tu hijo, no solo para su salud, si no para el desarrollo de sus habilidades sociales y su autoestima.
Si nuestro hijo se ve interesado en la práctica de algún deporte, debemos utilizar esto a nuestro favor para enseñarle la importancia de una vida activa, y para inculcar en ellos valores como la integridad, perseverancia, actitud positiva, respeto y, finalmente, el amor propio. Incluso, le podemos enseñar sobre la “deportividad”, que, según la Real Academia Española se entiende como “la actitud de quien acepta de buen grado una situación adversa”. Y cuando más pronto lo hagamos mejor.
Estos valores no solo serán importantes para su desarrollo dentro de esta actividad extracurricular, sino que les serán de utilidad para sus otras etapas de la vida y para otras áreas, como la académica, la profesional, la social, la familiar…
Así, el mejor momento para inculcarles con éxito estos valores es justamente la niñez, cuando los pequeños son esponjas que absorben todos los conocimientos a su alrededor, sobre todo aquellos que vienen de sus padres.
Aunque si es verdad que a veces es una tarea difícil enseñarles valores a nuestros hijos, el deporte nos dará ciertas herramientas que podemos usar a nuestro favor. Por ejemplo, el hecho de portar un uniforme que lo identifique como parte de un equipo de otros niños le ayudará a sentir ese espíritu de compañerismo, solidaridad, objetivos en común, y las competiciones, en las que siempre hay un ganador y un perdedor, le enseñará a comportarse en ambos lados de la moneda, disfrutando sus éxitos con humildad, o afrontando las perdidas con disposición hacia el aprendizaje y la perseverancia.
Entonces, aquí también aparece la figura del entrenador. Los especialistas en deporte infantil de Preparadores para Oposiciones Educación Física Primaria nos dicen que estos deben trabajar en conjunto con los padres a la hora de inculcar estos valores, considerando la practica como un medio para hacer deporte, divertirse y aprender valores importantes.
De hecho, en los primeros años de edad, lo más importante será que se diviertan para que le tomen amor a la práctica y se despierte su interés. No obstante, a partir de los 8 años de edad (concretamente, entre los 8 y los 12 años), es importante ya ir inculcando valores como el respeto por los compañeros que forman parte del equipo, los miembros del otro equipo y el propio juego en sí. Por ejemplo, por medio de presión positiva de los compañeros y una serie de consecuencias o políticas (como una especie de sistema de advertencias por incumplimiento de las reglas, seguido de la suspensión de la práctica o del propio juego en sí).
Luego, ya llegando a la pubertad, es cuando el concepto de “ganar y perder” comenzará a tomar importancia, por lo tanto se comenzarán a caldear los ánimos, y comenzarán a haber “estallidos” dependiendo de los estímulos que el niño reciba. Llegados a este punto, se deben reforzar las bases, ayudarlo a controlar las emociones originadas por la competitividad, reconocer los factores desencadenantes para anteponernos a ellos y a enseñarles herramientas para calmarse en los momentos de más intensidad.
La importancia del deporte en la etapa adolescente
Cuando nuestros hijos están un poco más grandes y ya han entrado a la etapa adolescente, las cosas cambian bastante, sobre todo en términos de carácter y la forma de ver el mundo.
En esta etapa también es importante seguir reforzando el deporte y sus enseñanzas, tanto desde casa, como en conjunto con los entrenadores y profesores de deporte del colegio, ya que muchos tienden a despegarse de lo que han aprendido en este momento en el que comienzan a rediseñar su sistema de valores en base a su circulo social mucho más que en base a su núcleo familiar.
Además, el concepto de la autoestima gana bastante importancia y se determina por su desempeño en el deporte en cuestión y las veces que gana o pierde. Incluso, ya al ser más conscientes de su función dentro del equipo, comienzan a ejercer presión sobre ellos mismo para alcanzar ciertas metas, conllevando al estrés.
Así, es importante que estemos muy involucrados en su practica deportiva que podamos utilizar esto de forma positiva, enseñándoles a utilizar toda este despertar de conciencia para que trabajan más duro por sus objetivos, se comprometan más con sus actividades y construyan un carácter fuerte y lleno de madurez emocional. Sin embargo, tenemos que saber como redirigir su conducta ya que también es muy fácil que crucen la raya y se burlen o irrespeten a compañeros, sean demasiado duros consigo mismos o se depriman ante una perdida.
Consejos para inculcar el espíritu deportivo en tus hijos
El equipo de Preparadores para Oposiciones Educación Física Primaria nos recomienda los siguiente:
- Estimular y desarrollar aquello en lo que destacan proponiendo deportes en donde puedan desarrollar al máximo ese potencial.
- Participar con ellos en la práctica deportiva. Como padre, serás su modelo para seguir. Por lo que lo mejor que debes hacer para que sientan ese valor por la práctica del deporte es que tu también lo vivas. Si practicas el deporte con ellos, asistes a las prácticas y a las competencias, estás a su lado en la victorias y las derrotas y siempre estás estableciendo un dialogo sobre sus vivencias, se comprometerán más con su actividad deportiva, cualquiera que esta sea. Lo más importante, diviértanse juntos. Lo que más valorará tu hijo de la practica deportiva es que sus padres estuvieron a su lado en todo momento creando memorias invaluables juntos, siendo apoyo, y celebrando y apoyando en todo momento.
- Hacer regalos relacionados con el deporte que practican.
- Compartir la pasión por el deporte asistiendo a juegos juntos o viéndolos por la televisión.
- Utiliza cada oportunidad para inculcar valores positivos a través de la práctica deportiva.
- No dejes que tu hijo se case con un solo deporte sin conocer todo el abanico de opciones que tiene a la mano. Invítale a que pruebe más de un deporte y que decida que es lo que le gusta y en donde está su potencial de una forma vivencial.
- Tener expectativas realistas sobre lo objetivos que tu hijo puede alcanzar según su edad y nivel. De esta forma no le crearás presión y sabrás celebrar sus victorias a su lado.
- Inculcar en el niño los beneficios de hablar con el entrenador y con otros miembros del grupo, de forma que vaya creando lazos sociales y afectivos sanos con quienes le rodean.
- Respeta el rol del entrenador ya que este es el profesional en materia y más bien acude a él como un aliado que te ayudará a inculcar los valores positivos que tanto quieres.
- Enséñale constancia y perseverancia. No lo dejes ser intermitente con su practica deportiva, más bien anímalo a cumplir con todos sus entrenamientos y asistir a todas sus competencias, de forma que sienta un compromiso hacia ella y pueda avanzar en el deporte. No te dejes llevar por excusas que hagan que poco a poco pierda el interés.
- Se un padre positivo y menos crítico. Saca lo mejor del desempeño de tu hijo y en la derrota, no seas tan duro con él. La idea es que encuentre en ti un aliado y un apoyo y no un juez del que esperar un veredicto.
- Por último, como padre debes:
- Antes de una competición. Apoya a tu hijo repasando con el la estrategia del juego y su rol, además de recordarle que lo que importa es el esfuerzo, el compañerismo y los buenos modales.
- En el transcurso del partido. Tu hijo debe sentir que le estás apoyando y animando en todo momento, demuéstrale tu mismo como respetar a los rivales y al árbitro, nunca dramatices los errores ni pongas “caras largas”. Mucho menos hagas comentarios negativos y despectivos…
- Después. Felicítalo y apóyalo sin importar el resultado en el marcador. Intenta resaltar solo lo positivo, piensa que ya el entrenador hará las correcciones pertinentes sobre los aspectos negativos enfocado hacia la mejora, e intenta disfrutar de algo juntos después del partido, como si se tratara de una pequeña celebración por el trabajo y el esfuerzo hechos.