Disfrazarse es sano para los niños

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En los últimos años ha ido cobrando más fuerza la idea de que el hecho de disfrazarse es algo de lo más sano para los niños y que es de gran ayuda para su propia salud mental. Lo cierto es que es verdad, no son palabras vacías, tal y como nos dicen los profesionales de lacasadelosdisfraces.es, ya que ayuda a que aumente la creatividad, el desarrollo emocional o la imaginación. De la misma forma puede ser de gran ayuda para que los niños puedan afrontar sus propios miedos.

Los disfraces y su aumento en los últimos años

Sin lugar a dudas los disfraces viven un momento magnífico y muchos niños y mayores se disfrazan, más que nunca, podríamos decir. Sí que es verdad que hace 40 años los pequeños se disfrazaban, pero solía ser menos común, por no hablar de la escasez que había en cuanto a variedad, algunos, los menos, los compraban en las tiendas de juguetes o disfraces y otros se hacían los disfraces, los padres en su mayoría, con lo que se podía.

Ahora hay muchísimas más tiendas y las posibilidades para disfrazarse son infinitas. Así pues, nunca ha sido tan fácil el que un niño pueda disfrazarse de lo que quiera y como quiera.

¿Cuáles son los beneficios para los niños que se disfrazan?

Desde los estudiosos del tema, en especial de la Educación Infantil, se dice que el hecho de que un niño se disfraces en una actividad de lo más sana y que además es de gran beneficio en cuanto a que aumenta el desarrollo de quienes lo hacen.

Hay que pensar que, cuando un niño pasa a disfrazarse, la creatividad aumenta, lo mismo que la imaginación o la capacidad para poder tomar posición.

Los disfraces son de gran ayuda cuando se quiere empezar a entender el mundo que nos rodea, ya que se ayuda a que aumente el pensamiento, el tomar decisiones, los roles, o incluso las opiniones que pueden tener de ellos mismos como persona, algo que sin duda hay que tener muy en cuenta.

En otro sentido, también cabe recalcar que cuando llega el momento en el cuál los niños terminan viendo a otras personas que se disfrazan, es posible que afronten los miedos y que incluso ganen valor frente a otro tipo de situaciones que puedan no ser conocidas.

De todas maneras, lo que hacen los psicólogos es enfatizar el que algunos no van a disfrutar esta clase de celebraciones por las situaciones traumáticas, que pueden ocasionar alguna clase de fobia. Respecto a esto, cuando ocurre, lo mejor es que se respete la postura del pequeño.

¿Cuáles son las habilidades que pasan a ser más fuertes?

Además de las propias aventuras que los niños crean cuando están jugando y donde las llegan a dramatizar utilizando esta clase de trajes, pues no deja de ser un acto que les ayuda a que mejore la capacidad a nivel lingüístico, ya que lo que hacen es aprender una mayor cantidad de vocabulario en relación a los trajes, pues no debemos saber que el disfraz también es un agente de lo más socializador. Por no decir que aumenta los niveles de empatía cuando se ve la realidad desde otro prisma.

De igual forma, es posible que se reduzca la timidez en los niños, pues ayuda a que se fomente el desarrollo en lo emocional.

Quedémonos con algo que merece la pena, el disfraz lo que nos da es la posibilidad de que se puedan expresar las emociones que se tienen y los sentimientos, donde muchas veces se pueden cohibir cuando realmente son ellos mismos.

¿Qué disfraces son los mejores para los pequeños?

Cuando se quiere tomar una decisión sobre cuál es el traje que puede ser el más adecuado para los pequeños, lo mejor es optar por unos que nos hagan sentir confortables con ellos, con los que sea posible expresarse, jugar y también que se diviertan, que eso también importa.

El niño debe contar con una seguridad y confianza dentro de él que lo que haga sea porque él quiere siempre usando algo tan potente como es la imaginación. En el caso de que el niño se sienta bien siendo un personaje de cómic o un monstruo, lo fundamental es que los padres le dejen poder explorar esta situación en cuestión.

Con independencia del disfraz que sea, es fundamental que los disfracen que se vayan a utilizar no cuenten con piezas reducidas que se puedan ingerir y puedan ocasionar accidentes.

Debemos saber que las ventajas van a depender de las edades que tengan

Está claro que las ventajas que proporciona el disfrazarse es algo que varía, desde los 6 años, lo que hacen los pequeños es usar el pensamiento a nivel simbólico, así como la imaginación para poder expresar la realidad, lo que hace que disfrazarse permita que seamos los protagonistas de las historias que ellos mismos creen y así se refuerce la realidad.

Pensemos que los pequeños que tienen entre siete y doce años lo que gustan es de disfrazarse de personajes que estén relacionados con fenómenos del mundo de verdad, como puede ser la muerte o diferentes profesiones en este sentido.

En el periodo de adolescentes, el objetivo que se tiene es que hay que buscar que con los disfraces recaiga la socialización con otros.

¿Qué es lo que ocurre con los disfraces cuentan con connotaciones negativas? ¿Son los que pueden ser más ideales?

No se debe hablar de que un disfraz es más o menos adecuado, ya que ello va a depender de la edad, los intereses, objetivos y también del contexto.

De la misma forma, las familias deberían seriamente reflexionar más sobre la clase de mensajes y los comportamientos que pueden ayudar a que los niños opten por el disfraz que deseen.

Pensemos que si un niño desea usar esta clase de disfraces, no hay que hacer censura o prohibición, pues es necesario que se explique el significado y se propongan alternativas.

Tengamos en cuenta que las ventajas de que una persona, con independencia de la edad que tenga, va a depender del contexto y también de los propios intereses que vayan a tener los pequeños.

De igual forma, hay que pensar que el propio acompañamiento familiar en esta clase de actividades es algo que adquiere gran importancia, de cara a que los menores, no solo tienen que pasarlo bien, deberán hacer sus elecciones de forma responsable.

Conclusiones

Lo que debe quedar claro es que disfrazarse es algo positivo y no solo una locura propia de los juglares de la edad media. Esto hace ya muchos años que supo entenderlo el sector educativo, pero todavía quedaba gente que le quitaba importancia al hecho de disfrazarse. Todos disfrutamos haciéndolo, pero también hay que saber que realmente nos beneficia.

Está claro que no todos los disfraces son positivos y que en ciertos sitios o bajo ciertas circunstancias es mejor no elegirlos, pero aquí los adultos deben ser conscientes de ello y deben también hacerlo con los niños, aunque también no es menos cierto que los disfraces para pequeños suelen ser de temáticas adaptadas a su edad.

A todo esto, no hay que olvidar que siempre se debe apostar por disfraces que sean de verdadera calidad, pues con ellos la durabilidad del mismo va a ser mayor. Además no hay que olvidar que deberán cumplir con todas las garantías en materia de cumplir con las regulaciones.

Existen ciertos disfraces, la mayoría procedentes de los países asiáticos, que no cumplen con esas normas y que pueden ser incluso complicados de cara a la salud, tanto para pequeños como mayores.

No hay que dejar de pensar que es fundamental que el disfraz debe ser cómodo, pues al final se pasan mucho tiempo disfrazado y el niño, cuando no está cómodo, tiene algún roce o le viene excesivamente ajustado o grande, estará más prendiendo de la desazón que tiene que de otra cosa.

Esperamos que después de todo lo que te hemos contado tengas información útil para que se puede contar con la mejor baza para que la elección sea siempre buena y se sea consciente de que disfrazarse es un juego, pero también mucho más.

Así que ya sabes, si te ha parecido útil el contenido, no olvides que puedes compartir el contenido con otros amigos, familiares o compañeros a los que les puede ser de utilidad dicho contenido de cara a que se puedan usar los disfraces por los otros usuarios.

Desde aquí os deseamos la mayor de las suertes, pues aunque muchas veces se le quita importancia, el disfraz es una manera muy buena de ponerse en la piel de otra persona o personaje, lo que hace que el niño crezca y poco a poco vaya formando su personalidad y se vayan viendo los gustos del pequeño.

Ahora solo os queda tomarlo con calma y elegir bien el disfraz en el caso de los pequeños, vosotros o con la opinión de ellos si tienen más edad. Cuanto más consenso haya mejor, que al final es el niño el que lo va a llevar.

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