Vivimos en una sociedad en la que cada vez más personas miran para sí mismas sin importarles lo que pase a su alrededor y esto es algo que, sin duda alguna, puede acabar generando problemas. Hasta hace unos años, la gente siempre estaba predispuesta a poder ayudar a sus vecinos, a sus amigos o simplemente a toda aquella persona que necesitase algún tipo de ayuda, ya fuese que necesitaba sal para poder hacer la comida o que hubiese que cuidar de sus niños durante una tarde. Sin embargo, tal y como os decimos, hoy en día esto se está perdiendo a pasos agigantados. Es por ello por lo que hemos decidido escribir este post y es que nosotros estamos convencidos de la importancia que tiene poder ayudar de forma desinteresada a todo aquel que lo necesite y es que la clave de todo es esa, hacerlo de forma desinteresada, porque a cambio de dinero todos tenemos claro que la gente lo haría. Así, en las próximas líneas os contaremos algunas de las acciones sociales que ponen de manifiesto quien es la gente con conciencia social y que hacen para poder ayudar.
Uno de los ejemplos más claros que tenemos de gente con conciencia lo encontramos en Protección Civil y es que este cuerpo que cada día vemos por las calles de nuestras ciudades es especial. Se trata de personas que voluntariamente han decidido que quieren ayudar a quien lo necesite y para ello se suman a este cuerpo y pueden ser requeridos para infinidad de cometidos. Desde asistencia a peregrinos en el camino de Santiago a ser uno más en los equipos de emergencia en desastres como los atentados de Madrid en Atocha. Y es que, aunque lo cierto es que sus funciones suelen ser más calmadas, como servir de apoyo en rutas de senderismo o vigilar a los bañadores en algunos de nuestros ríos, la realidad es que también pueden ser requeridos para acciones más importantes y vitales como la que os hemos mencionado de Madrid. Además, no nos debemos de cansar de decir que se trata de un cuerpo totalmente voluntario en el que sus profesionales solo buscan ayudar de la forma más eficaz posible al resto de la sociedad.
Otra de las formas de tener conciencia con los que nos rodean la encontramos en algo muy distinto a lo que os hemos comentado. En este caso os queremos hablar de la donación de semen y es que existen muchas mujeres que quieren ser madres pero no quieren tener una pareja masculina para que esta sea el padre de sus hijos, o directamente esta pareja no es fértil. Por ello, es necesario que clínicas como Ividono ofrezcan sus servicios a la población.. Se trata de una clínica de donación de semen que forma parte de la empresa líder en reproducción asistida, por lo que todas aquellas mujeres que necesiten semen para poder tener a su criatura saben que en aquí encontrarán lo que buscan con la mayor de las garantías posibles. Además, en un mundo cada vez más tecnológico, este tipo de clínicas, al menos en China, ya poseen robots masturbadores, los cuales ayudan a los donantes de semen a que puedan llevar a cabo su acción solidaria de una forma más cómoda.
Yéndonos a competiciones, en muchos de los campeonatos que se organizan en todo el mundo, también son necesarios cientos de voluntarios que se encargan de labores como control de accesos, acomodadores, conductores para los deportistas… y sin los cuales no podría ser posible llevar el evento a cabo y es que tener que formalizar un contrato para cada uno de ellos elevaría las cifras organizativas hasta niveles que serían insostenibles.
El voluntariado en otros países
Más allá de nuestras fronteras también existe una importante corriente solidaria para poder ayudar a la sociedad a que siga creciendo de forma desinteresada y, por tanto, con conciencia social. En el caso de Portugal, por ejemplo, este país cuenta con un cuerpo de bomberos profesional, el del ejército, que se encarga de hacer frente a los focos más virulentos. Sin embargo, su cuerpo de bomberos, el que en España tendríamos en cada una de nuestras ciudades, es voluntario. Se trata de un cuerpo formado por civiles que buscan ayudar a sus vecinos ejerciendo las labores de extinción de incendios de una forma totalmente desinteresada.