Cualquier cosa que usáramos hace diez años ha cambiado en la actualidad, ya sea pos su uso, su estética o incluso su funcionalidad. Nuestra sociedad evoluciona y nada escapa al paso del tiempo. Ahora bien, ¿caminamos en la dirección correcta? Uno de los productos menos perecederos, pero que sigue siendo perecedero en nuestras vidas, son los muebles de hogar. Algunos duran toda la vida, otros varias generaciones y los más modernos tal vez nos duren diez años, y con suerte. ¿Acaso estamos como para ir renovando mobiliario cada cortos periodos de tiempo? Ni nuestro planeta se lo puede permitir ni nosotros tampoco, por mucha madera que reciclemos, así que… ¿por qué no dejar la tendencia decorativa de moda a un lado?
En las casas de pueblo aún conservamos muebles enormes, de maderas oscuras, que han pertenecido a nuestras abuelas, y tal vez a sus madres, y que siguen en pie, manteniendo el tipo ante el paso del tiempo, pero nosotros, por muy bien conservados que estén, optamos por la basura como su nuevo destino ante la posibilidad de reformar y renovar la decoración de una vivienda.
Lógicamente, es obvio que debemos vivir en un entorno que nos resulte agradable y tal vez mantener esos viejos muebles no sea lo que más deseamos, pero existen las donaciones, la restauración, el reciclaje e incluso los muebles de economía circular a los que ya se han sumado grandes superficies como Ikea o El Corte Inglés. Se trata de un concepto basado en la refabricación que llega hasta nosotros desde el norte de Europa y que demuestra que se pueden reutilizar los materiales para que tengan un nuevo ciclo de vida, tanto si hablamos de madera maciza como de láminas e incluso de contrachapados.
En ese camino de la refabricación está trabajando el sector del mueble y el Centro Tecnológico del Mueble y la Madera (CETEM). Este organismo está involucrado en el proyecto europeo denomionado Erasmus+ FURN360 que tiene el objetivo de desarrollar un currículo europeo de formación para que las empresas sean capaces de evolucionar desde el actual modelo lineal de fabricación a uno circular en el sector del hábitat.
No obstante ¿por qué hemos de seguir las normas básicas de tendencia y decoración, por qué debemos tener todos casas iguales, vestirnos igual, llevar los mismos cortes de pelo y ver las mismas películas?
Muebles Diferentes
En este sentido yo abogo por el reaprovehamiento, la reutilización y el ahorro económico. Puede que me guste más, quizás por culpa de todas las imágenes que nos meten por los ojos en televisión, los muebles nuevos de la tienda de la esquina, pero ¿por qué he de dejar de usar algo que todavía es funcional y gastar un dinero, y un producto, de manera innecesaria?
Hace diez años, cuando no tenía posibilidad de recurrir a muebles de herencia, acabé comprando todo mi mobiliario en una tienda bastante conocida, Dismobel se llama, quienes actualmente disponen de un catálogo de muebles online para dar servicio en toda España, y no elegí sus muebles por ser los más económicos, ni los más bonitos, sino por ser de mayor calidad y ser consciente de que tendrían una vida mucho mayor. Lógicamente sus nuevas colecciones son una maravilla y a veces me tienta el hecho de comprar de nuevo algún apaño para el salón o el dormitorio pero ¿es realmente necesario? Mis muebles están prácticamente impolutos y probablemente seguirán en buen estado otros 10 o 20 años más así que… ¿por qué gastar más dinero y recursos acabando en una tienda como Ikea para comprar de nuevo productos que ya tengo y que acabarán hechos polvo dentro de “x” años más?
La marca Summun ha lanzado al mercado nuevos modelos de muebles macizos artesanales, a un precio lógicamente bastante mayor que el de las tiendas de moda, pero con una ventaja sobre todas ellas: la durabilidad. He comprobado la calidad de esos muebles y, como los de Dismobel (aunque con una línea de diseño mucho más clásica) cuentan con una solidez y unos acabados que hacen denotar que su uso podría durar muchísimos años. ¿Cuándo se pondrá de moda comprar calidad que nos dure toda la vida frente al gasto desenfrenado por cambiar constantemente de decoración? Tal vez yo sea rara, como algunos de vosotros, tal vez no sea normal, como muchos más, pero yo prefiero que mis muebles duren todo lo que sea posible mientras que la madera que podría haberse utilizado en mi supuesta nueva decoración sigue creciendo en el tronco de un árbol. ¿Y tú, qué prefieres?