Todos y todas sabemos la potencia que tiene un sector como el del vino en el interior de nuestras fronteras y que España, de hecho, ha sido una verdadera referencia en la materia no solo en los últimos años, sino desde siempre. Ponerlo en duda sería una auténtica locura y es que, en este país, existen zonas como lo pueden ser La Mancha, La Rioja o la provincia de Valladolid en la que lo más habitual es vivir de manera directa o indirecta de la producción de vino. Y es que esta es la actividad de la que viven miles de personas.
Es precisamente por este motivo por el que cientos de personas quieren meter la cabeza en un sector como este. La rentabilidad del sector está fuera de toda duda y esa es la principal cuestión que llama la atención de la gente que quiere invertir en lo que respecta a este asunto. Pero normalmente todo el mundo busca invertir de la misma manera: a través de la apertura de una bodega. Y lo cierto es que hay muchas maneras bastante más originales para hacerlo y que pueden generar una buena cantidad de beneficios.
Fijaos lo original que se puede llegar a ser con la actividad vinícola. Creemos que pocas personas se han dado cuenta de una manera en la que se puede invertir en el sector de una manera realmente interesante. Y no es otra que la venta de plantas y cepas de vid, algo que puede ofrecer unos muy buenos resultados teniendo en cuenta la cantidad de personas que disponen de tierras en España y que quieren reforzarlas para sacar de ellas las mejores uvas del mercado. Se trata de una manera de actuar que entendemos que es inteligente y que, al menos, es diferente.
La venta de plantas y cepas de vid es una de las cuestiones más originales y más desconocidas para tratar de entrar en el negocio del sector vinícola en nuestro país. Por eso, muchas de las empresas que han entrado en el sector con esta visión han conseguido resultados rentables en los últimos tiempos. Un ejemplo de ello ha sido el de Plantvid, una entidad encargada precisamente de la venta de esas plantas y cepas que ha conseguido, merced a su originalidad, un buen abanico de clientes. Y es que ser como todos los demás termina pasando factura antes o después.
Y es que la originalidad es realmente importante en muchos de los sectores de actividad de nuestro país. Sin ella, nuestra industria puede sufrir las consecuencias de la obsolescencia más absoluta. No cabe la menor duda de que eso es precisamente lo que hay que evitar. Y apostar por nuevas maneras de entender lo que es la industria y cada uno de los sectores de actividad españoles es fundamental para tratar de identificar puntos de mejora y necesidades que puedan tener que ver precisamente con esa actividad.
El del vino, un sector rentable gracias a este tipo de cosas
No cabe la menor duda de que el sector del vino ha conseguido superar las grandes dificultades que pasó a lo largo de la crisis económica en España. Una noticia que fue publicada por el portal web Vinetur informaba de que la industria del vino es un negocio muy rentable en nuestro país, tanto es así que produce un total de 28.700 millones de euros, una cantidad que no es nada desdeñable y que, en efecto, demuestra la enorme potencia que existe dentro de este sector en el interior de nuestras fronteras.
Además, la página web del diario Expansión también publicó una noticia que nos parece de lo más interesante y que tiene una enorme relación con el sector: y es que el vino español es optimista con las ventas en el exterior. Lo era en febrero del año pasado (momento en el que se publicó la noticia) y lo sigue siendo en la actualidad, un año más tarde. Esta es desde luego una de las mejores noticias que nos ha podido deparar un sector que es fundamental para entender la economía y la gastronomía de este país.
Estamos seguros de que esas buenas cifras tienen que ver, en buena medida, con la calidad de las plantas y las cepas de vid que se venden a lo largo y ancho de nuestro territorio. Y es que, para producir un buen vino, primero alguien tiene que haber vendido una buena planta que permita que las uvas germinen con la mejor de las calidades. No todo el mundo ha tenido eso en cuenta, pero es fundamental. Es el toque de originalidad siempre necesario para que una actividad comercial se desarrolle con todas las garantías para ser rentable y cumplir con los objetivos con los que ha sido diseñada.