A pesar de que muchos tienen razón al ligar la palabra tantra con las relaciones sexuales, hay que dejar claro que no se trata solo de eso. Seguir la doctrina tántrica es mucho más que tener relaciones sexuales de un modo u otro, es un modo y estilo de vida, y hoy vamos a ofrecer un poco de luz al respecto.
EL tantra es una tradición esotérica oriental con diferentes variantes, budistas, hinduistas, yainas, etc. Existe desde hace milenios en países como Bután, Corea, China, Tibet, India, Indonesia, Japón, Mongolia o Nepal, y desde el s. XIX está presente ya en el mundo occidental, aunque no fue hasta finales del s. XX cuando adquirió mayor relevancia.
Teóricamente, los escritos del Tantra fueron escritor por Buda en el s. V a.C., aunque hay otras teorías que aseguran que esos escritos nacieron de la mano de los mahasiddas posteriores (grandes maestros). Por otro lado, otros estudiosos afirman que la religión tántrica ya existía en el Tíbet y en China mucho antes del nacimiento del budismo.
Sea como sea, estamos hablando de una religión-doctrina-filosofía-técnica con miles de años de antigüedad.
Lo que tenemos que dejar claro desde el principio es que aquellos que siguen esta filosofía ven en la energía de la femenina, encarnada en La Diosa Kali, la base de toda la doctrina. Por eso, algunos expertos han llegado a asegurar que la religión tántrica es una de pocas que tienen a la mujer como deidad suprema pues, aunque en otras religiones se dice que Dios no tiene sexo, la realidad es que se da por hecho culturalmente que es Dios, y no Diosa.
El sexo tántrico
El sexo tántrico forma parte de esta filosofía de vida oriental y aunque es sólo una pequeña parte de ella, en occidente es lo que más se conoce. Ahora bien, ¿el sexo tántrico se aprende mediante técnicas sexuales? Pues más bien no.
La experta Maite Domènech afirma que sus cursos de Tantra en Barcelona, tienen como objetivo final conseguir una relación plena con el cónyuge, y esa relación es mucho más que sexo.
La primera clave para poder entender el tantra y el sexo tántrico es que si no nos aceptamos a nosotros mismos no podemos aceptar a los demás tal y como son y, por eso, la base de todo es entendernos, comprendernos y aceptarnos. Debemos aceptar nuestras virtudes, nuestros defectos, nuestras capacidades y complejos, y sólo así conseguiremos disfrutar plenamente de las relaciones sexuales.
Además, cabe destacar que, según esta doctrina, son los cinco sentidos los que han de estar alerta y disfrutando en el acto sexual por lo que la relación ha de ser mucho más completa que cuando pretendemos satisfacer nuestro cuerpo en un corto espacio de tiempo.
¿Y cómo aprendemos a utilizar los cinco sentidos? Pues, la llave está en vivir la vida en todo momento, sentir el presente, aprender a valorar todo lo que nos rodea, sólo así, viviendo una vida plena y siendo totalmente consciente de ella, aprenderemos a utilizar los cinco sentidos en cada acto que hagamos, incluyendo nuestras relaciones sexuales.
Además, debemos expresar pensamientos y sentimientos sin miedo alguno. Según el tantra, para poder dar y recibir debemos ser capaces de expresar lo que pensamos y sentimos, y en el sexo no es diferente. Es necesario saber pedir lo que queremos y lo que nos gusta, lo que nos apetece en cada momento, así como escuchar también a la persona que tenemos delante.
Mitos
Como veis, esta práctica sexual está llena de mitos y falsas creencias que por algún extraño rumor social han llegado a calar en el pensamiento de muchos de nosotros. Del sexo tántrico se ha llegado a decir que con solo mirarse a los ojos, una pareja que lo practica, puede tener un orgasmo. También, que la pareja puede practicar sexo durante horas retrasando la eyaculación del hombre. E incluso a veces hay quien confunde el kamasutra con el tantra.
Sin embargo, aquellos que realmente deciden practicar el tantra con ciertos conocimientos de base, es decir, sabiendo exactamente lo que es en realidad, tienden a adoptar esta doctrina como filosofía de vida, lo que está haciendo que cada vez esté más en auge.
¿Y tú, te atreves a probarla?