Si hay algo que cada vez se demanda más, es el contacto con la naturaleza. En cuestión de escapadas, el turismo rural no pasa de moda. Cada vez son más los que se unen a esta modalidad vacacional que se aleja de lo convencional.
No se trata de una novedad, ya hace lustros que este mercado emergente se constituyó como la competencia más directa frente a los hoteles. Realmente, siempre ha estado presente esa necesidad humana de irse unos días a desconectar en medio de la nada.
Hace años, se llevaba la acampada libre. Muchos años a decir verdad. Uno podía coger su mochila, un saco de dormir y marcharse al monte. Con los años, esa tendencia solo ha ido modificándose. Las restricciones en el monte o las zonas naturales fueron dando paso a los campings y posteriormente, a las casas rurales.
Cada vez son más las opciones para desconectar e incrementar la demanda. Ya no esta tan de moda pasar las vacaciones en hoteles de lujo y zonas atestadas de gente. Se busca el relax, la tranquilidad y además poder disfrutar de infinidad de actividades en plena naturaleza.
Los compañeros de Ruralzoom, expertos en turismo rural en Madrid y resto de España, nos dan las claves para encontrar los lugares ideales y que más busca la gente para hacer sus escapadas.
Si hay un factor que juega en beneficio de este sector, es la cercanía y el tiempo. Para escapar un fin de semana o un breve periodo de tiempo, lo más rápido es hacer turismo rural. España está copada de casas rurales en lugares cercanos a las más grandes ciudades y alejados de todo.
Gracias al turismo rural, volvemos a encontrarnos con el entorno natural. Recorriendo el país a través de sitios insólitos y recónditos que de otro modo, no habríamos encontrado.
Ha cambiado el concepto de vacaciones. Las comodidades del hotel quedan a un lado en favor de la tranquilidad que ofrece el poder tener tu espacio en una casa con todas las comodidades y la independencia que ello ofrece.
La oferta no consiste solo en alquilar tu casa o habitación en un entorno rural. Nada más lejos de la realidad. Cuando buscas un entorno de este tipo, la oferta de actividades y posibilidades que se añaden, incitan todavía más a pasar tu tiempo libre en ellos.
Desde pequeños bungalós en remotos pueblos, a grandes caserones con gran parcela. Todo cabe en el turismo rural. Incluso el lujo. Puedes encontrar casas de madera y piedra con un interior que no tiene nada que envidiar al más lujoso de los hoteles de una playa. Jacuzzi, cocinas mega equipadas, camas King size etc. Nada se escapa al detalle aunque te encuentres en el campo.
Lo mejor es que las ubicaciones no se ciñen solo al campo o la montaña. Para los amantes del mar, también existen alojamientos rurales cerca de la playa.
Qué lo convierte en rural
Para que el turismo sea considerado rural, no basta con que vayas al pueblo a pasar unos días a casa de tu abuela. Rural es algo más, y va más allá de las vacaciones en casa de los abuelos.
Las principales características que hacen que así sea es su bajo impacto medioambiental, la gentrificación no existe en el turismo rural. Se convive en pequeñas comunidades, donde puedes conocer el entorno, costumbres y forma de vida de las gentes que pueblan la zona.
Es fundamental que en el entorno rural se utilicen los recursos naturales y se respete el patrimonio tanto natural como cultural de la zona. Suelen ser zonas cuyos habitantes impulsan con fuerza el desarrollo sostenible y aunque es una actividad económica, suelen colaborar todos en beneficio de todos: se impulsa el consumo autóctono, tanto de habitantes como de turistas.
No en vano, algunas de las actividades que ofertan están relacionadas con el ecoturismo, los cultivos, el aprendizaje y elaboración de alimentos propios de la zona. Vamos que en una escapada rural puedes traer contigo tu propio pan y tu propio queso. Puedes aprender a orientarte por el campo, hacer velas… Como ya se ha mencionado, la oferta es infinita. Todo depende de lo que cada uno busque. Para muchos, basta con la tranquilidad de estar lejos de todo, en medio de la nada.
Las ventajas son numerosas. Las experiencias que vives en estos entornos enriquecen notablemente el desarrollo personal. Crea conciencia respecto a la convivencia real con el entorno y sus ocupantes, prima la cercanía y la colaboración. Procura ingresos a zonas desamparadas que no tienen como obtenerlos. Agrega valor a la producción autóctona y ayuda a mantener y proteger los espacios arquitectónicos de cada zona, si los hay, a la vez que contribuye a la protección del medio.
Tipos y variedades de turismo rural
Se entiende como tal cualquier actividad que se lleve a cabo en un medio rural y sus correspondientes zonas naturales. Dentro de ese espacio impera el desarrollo sostenible con todo lo que eso implica. Las personas que desean pasar su tiempo allí suelen buscar un encuentro con los orígenes.
A tenor de estos factores y otros tantos, podemos encontrar diferentes tipos de turismo rural. La variedad la define la actividad en la que se centra:
- Agroturismo: practicar agroturismo implica la prestación de servicios de alojamiento, gastronomía y actividades relacionadas con el sector agropecuario. Desde ordeñar una vaca hasta cosechar un campo si es temporada.
- Turismo deportivo: cualquier tipo de actividad deportiva que se practique en entornos rurales, siempre siendo respetuoso con el medio, puede considerarse turismo deportivo. Ciclismo, senderismo, pesca deportiva, son algunas de las actividades que ofertan las casas rurales.
- Turismo de aventura: para los más inquietos, aquellos que quieran sentir la experiencia de la supervivencia en entornos naturales, pueden encontrar dentro del turismo rural, su propia aventura.
- Turismo cultural: esta variedad es para los más inquietos intelectualmente. Aquellos que sientan curiosidad por conocer los orígenes, costumbres, tradiciones, encontrarán también su sitio en los entornos rurales.
- Ecoturismo: este tipo de turismo, se caracteriza por su implicación con el medio natural. Se encarga de priorizar ante todo la preservación de la naturaleza. Cabe la observación de la fauna y flora, pero no permite interferir en ella.
Con todo esto a favor y prácticamente nada en contra. No es de extrañar, que el turismo rural no pase de moda. Tanto la demanda como la oferta aumentan cada temporada. Y es que no hay nada como la naturaleza para desconectar.