Ahora que vivimos en una sociedad tan avocada al cuidado del medio ambiente, uno de los temas que mayor preocupación causa es el daño que podemos hacerle a nuestro entorno al usar nuestro vehículo. Por supuesto, para darle respuesta a esta inquietud, las tecnologías han avanzando para lograr un cambio, pero también es necesario corregir muchas fallas de parte de los conductores, como lo son las costumbres de mantenimiento y conducción que siguen afectando nuestro ambiente.
Esto no se trata de evitar el uso de los automóviles. Sabemos que es una necesidad para las sociedades de hoy en día al ser una herramienta necesaria para desplazarnos, superando a otros sistemas por los rendimientos, comodidades y demás beneficios que da frente a otros sistemas de transporte.
Pero, sí hacemos algunos cambios con conciencia en cuanto a la forma en que se conduce como en el cuidado que tenemos del estado del automóvil, podemos volver nuestro auto un poco más eficiente de manera ecológica. El equipo técnico profesional de Taller AutoBabel, nos dicen cuáles son estas medidas:
Utilizar el auto sólo cuando sea necesario
Uno de los puntos más simples, pero que al paso del tiempo parece que se olvida es que no es necesario llevar el auto a todos lados. Por ejemplo, si realizamos un viaje corto al supermercado, o si solo será poco tiempo el que permaneceremos en otro lugar, se pueden optar por otras vías de transporte menos contaminantes.
Así no solo cuidarás el medio ambiente, sino que disminuirás el crecimiento del parque vehicular, e incluso, el tráfico. Piensa que caminar o ir en bicicleta puede tomarse como un paseo recreativo que también contribuirá con tu salud.
Compartir el auto
Este sistema de compartir el auto se ha empleado ya en algunos países y ha dado increíbles resultados. Si todos utilizamos nuestros coches al mismo tiempo, se generará mayor cantidad de contaminantes, mientras que si tenemos vecinos, conocidos o compañeros de trabajo que realicen los mismos recorridos que nosotros, podemos generar menor contaminación al compartir.
En caso de que usar algún transporte masivo no sea una opción, siempre podemos compartir el auto con alguien, lo que ayudará a disminuir el número de autos que circulan por las calles. Incluso, en la actualidad ya existen aplicaciones con las que podemos encontrar viajes compartidos que resultan económicos y que hasta nos permiten conocer a personas nuevas.
Adquiere un auto eficiente
La industria automotriz ha avanzado de buena forma hacia las nuevas tecnologías con modelos cada vez más agradables para el ambiente, por lo que el catálogo es cada vez más amplio y nos ofrece más oportunidades que además de cuidar nuestro entorno, también se ajustan a nuestras exigencias y necesidades.
La mayor parte de estos vehículos ya cuentan con el número de contaminantes que generan, además de que existen versiones híbridas para ir acostumbrándonos a los motores eléctricos o modelos totalmente eléctricos que cada vez cuentan con mayor kilometraje con cada carga y que resultan muy eficientes.
Realizar un mantenimiento correcto
Una de las principales vías para reducir las emisiones contaminantes del auto es realizar su mantenimiento correcto, comenzando con respetar los intervalos de servicio establecidos por el fabricante.
Con esto garantizamos el correcto funcionamiento de los componentes mecánicos, prolongando la vida útil del motor que minimiza la generación de partículas contaminantes.
Cabe acotar que también es importante tener cuidado con el número de veces que se realizan cambios de aceite o de piezas de desgaste, ya que se vuelven desechos contaminantes.
Planear los viajes
Manejar de manera ecológica significa el generar hábitos como planear las rutas, mejorar la forma en que frenamos e inclusive como cambiamos de carril.
Cuando evitamos frenadas, aceleraciones o cambios de carril bruscos evitamos aumentar el consumo y las emisiones del auto, además de accidentes en la vía, atasques o diferentes acciones en cadena que harán que el auto se use mayor tiempo del estimado.
Comprobar la presión de los neumáticos
El consumo de combustible es menor si los neumáticos cuentan con la presión adecuada, mejorando también la adherencia al pavimento. De esta forma la potencia del motor se transferirá de manera eficaz haciendo que la conducción sea más amigable con el ambiente como segura.
Apagar el motor
Por lo general, si vamos a seguir utilizando el auto, pero tenemos que bajar a la tienda o hacer alguna actividad rápida, la gente siempre opta por dejar el motor encendido, pero esto es un problema ya que un vehículo detenido con el motor encendido consume hasta 0.7 l/hr de combustible.
Si vamos a estar detenidos por más de dos minutos es mejor apagarlo. Incluso, hoy en día podemos contar con sistemas como el Start/Stop que permiten apagar y encender de manera automática el motor cuando el freno lleva el auto hasta 0 km/hr ayudando al consumo de combustible.
Medidas para evitar los gases contaminantes
Todo motor térmico de combustión por medio de gasolina o gasoil genera humos que se vierten directamente en la atmósfera. Este humo está compuesto por CO2, el principal causante del efecto invernadero en nuestro planeta y de que las ciudades sean poco respirables. Por lo mismo debemos ser muy cuidadosos de evitar la producción de dichos humos por medio de las siguientes medidas:
1. No dejar el coche en marcha. Como dijimos anteriormente, si vamos a parar durante más de un minuto conviene detener el motor para dejar de emitir gases.
2. Revisar el tubo de escape y el catalizador. Sucede que el sistema de escape de los automóviles es el lugar donde se procura atrapar el máximo posible de sustancias nocivas derivadas de la combustión antes de ser emitidas a la atmósfera, por ello es imprescindible asegurarnos de que no haya fugas. Además, una mala combustión del motor puede producir mayor cantidad de humo.
3. No correr. Manejar con una velocidad moderada es una buena solución contra la huella de carbono. Podemos comenzar con evitar los acelerones cuando salimos de un semáforo o queremos hacer un adelantamiento. Al igual que tampoco es bueno dar pequeños acelerones en punto muerto, ni cuando arrancamos, ni cuando estamos parados en un paso de cebra o semáforo.
4. Usar las marchas adecuadas. Lo correcto es salir siempre en primera y cambiar progresivamente a segunda y tercera antes de revolucionar el motor más de la cuenta. Después es preferible circular con marchas largas y con las revoluciones bajas, manteniendo siempre una velocidad constante. De esta forma el motor irá más desahogado y producirá menor combustión. Por su parte, en los motores de gasolina es mejor cambiar de marcha alrededor de las 2.000 revoluciones por minuto; sin embargo, en los diésel entre las 1.500 y las 2.000.
5. Comprobar la batería y los sistemas de encendido. Tanto las bujías en vehículos de gasolina como calentadores en los diésel deben estar en buenas condiciones, ya que son los que proporcionan al motor una combustión mucho más eficaz. Mientras que, por el contrario, los combustibles mal quemados son los principales causantes de la contaminación.
6. Compartir coche. Esta idea no solo es buena para evitar la sobrepoblación de coches soltando humo por toda la ciudad; si no que si también optamos por un coche eléctrico para cubrir una ruta con varias otras personas, nos aseguraremos de que nuestro trayecto es 100% cero emisiones.
Medidas para reducir el consumo de combustible
Es evidente que cuanto más combustible consuma nuestro coche mayor huella de carbono dejará en la atmósfera, por eso conviene que tengamos en cuenta las siguientes prácticas para controlar dicho consumo:
1. Limitar el uso de aire acondicionado. Esto porque el aire acondicionado gasta un 20% más de combustible. Si lo tenemos apagado en los momentos en los que de verdad no lo necesitemos hacemos la diferencia, como, por ejemplo, cuando vamos despacio y podemos bajar las ventanillas. Eso sí, si aumentamos la velocidad, lo mejor es subir las ventanillas y recurrir al aire, ya que en este caso el coche tendría menos aerodinámica y precisaría de más combustible para circular, por lo que contaminaría más.
2. Revisar las ruedas. Tanto la presión de los neumáticos, como el estado de la banda de rodadura y la profundidad del dibujo de la misma (nunca inferior a 1,6 mm) influyen directamente en el consumo total de un vehículo. Por ello debemos revisarlas, al menos una vez al mes y en frío.
3. Evitar el exceso de equipaje. Aunque puedes pensar que no guarda relación, la verdad es que no es bueno sobrecargar el coche, ni mucho menos utilizar el maletero como lugar de almacenaje, ya que por cada 100 kilos de peso extra se incrementa el gasto de combustible un 5%.
4. Mantener limpio el sistema de inyección. Es una de las mejores formas de evitar un mayor consumo de combustible.
5. Revisar el filtro de aceite. Un motor bien lubricado expulsa menos humo y al mantener el filtro de aceite limpio podrá entrar el aire de la forma correcta, lo cual influirá directamente en el consumo.
6. Anticiparse en las maniobras. Como dijimos en un punto anterior, debemos planificar nuestro viaje, de forma que evitemos los frenazos bruscos, ya que al saber gestionar la inercia del vehículo, aprovecharemos mejor el combustible y reduciremos el CO2.