No es que toda la flota de vehículos española vaya a ser sustituida de inmediato, pero la realidad es que los años que tienen la mayoría de los coches en España deja entrever que, en poco tiempo, muchos propietarios y usuarios empezarán a cambiar sus viejos vehículos por unos nuevos o, al menos, de ocasión. Sin embargo, todos tenemos la misma duda rondando nuestra cabeza ¿qué tipo de carburante debo elegir?
Pues tal y como está la situación hoy en día, no me extraña que nos hagamos esta pregunta repetidamente, el problema es que no hay una respuesta única para todos pues, en realidad, depende de muchos factores.
Parque automovilístico
En España circulan más de 6 millones de vehículos de más de 20 años, es decir, que tenemos un parque automovilístico que es de los más viejos de Europa. El más viejo de todos, en activo, se matriculó en 1901 según datos de la DGT, aunque imaginamos que este vehículo es ya un clásico que lógicamente no entra dentro de ese parque que debe cambiar en breve.
Con respecto a provincias, Cuenca es la que tiene el parque más antiguo, pues es la que cuenta con más turismos de etiqueta A, es decir, sin distinción, lo que se traduce en casi un 50% de vehículos con más de 12 años de antigüedad. De cerca le sigue Zamora, y en tercera posición Melilla.
Por el contrario, Madrid es la provincia que cuenta con la flota de vehículos más joven de España.
El carburante
Ahora ya no solo tenemos que elegir entre gasolina o diésel, sino que debemos sumar la posibilidad del coche híbrido, o del eléctrico, y esto crea muchísimas dudas en los futuros compradores. Incluso podemos optar por los coches con depósito de gas, aunque esto esté menos extendido.
Los vehículos a gasolina tienden a ser más económicos y cada vez más eficientes, con manejo suave y progresivo. Supuestamente, el gasto de la gasolina es mayor que el del diésel, aunque todo es relativo, pero los usuarios que optan por la gasolina aseguran ganas en seguridad y prestaciones.
Los vehículos diésel, que actualmente no viven sus mejores momentos, suelen salir más rentables a aquellos conductores que recorran más de 20.000 kilómetros al año, ya que su eficiencia es mejor, al menos por ahora. Además, el precio de los vehículos diésel ha caído en estos últimos meses pero ¿por qué?
Pues básicamente porque contamina más y contribuye al calentamiento global, lo que ha provocado que los impuestos para este tipo de vehículos sean mayores. Sin embargo, el diésel produce menor partículas en suspensión, que son las que respiramos nosotros. En otras palabras y para resumir, el diésel emite más dióxido de carbono y más óxidos de nitrógeno que aumentan el efecto invernadero, pero la gasolina emite más partículas en suspensión que son más nocivas para la salud pero no tienen por qué afectar al efecto invernadero. Curioso ¿no?
Dicho esto, desde los años 90, la Unión Europea promovió el consumo de coches diésel, de hecho, el protocolo de Kioto en 1998 llevó a la Comusión Europea a promover estos vehículos con el objetivo de reducir los niveles de dióxido de carbono, pero esto era erróneo. Actualmente, y tras años de investigación y comprobación del impacto medioambiental de estos vehículos., hay países como Hamburgo, en Alemania, donde está prohibido el acceso de coches diésel al centro de la ciudad. En Roma, tampoco podrán circular a partir de 2024.
En España, la venta de coches diésel está en caída desde su máximo en 2010, y ciudades como Madrid decidieron impedir el acceso a la almendra central a coches diésel anteriores al 2006, y de gasolina anteriores al 2000. Una medida que también se aplicará en Barcelona.
Con respecto al vehículo híbrido, debemos dejar claro que es especialmente eficiente en ciudad y en atascos, por lo que sería más un vehículo perfecto urbano y no tanto interurbano. Este tipo de vehículos gasta muy poco, aunque no son muchos los modelos híbridos a la venta actualmente
El vehículo eléctrico suele tener el problema principal de ¿dónde lo enchufo? Probablemente, hoy en día, es el mejor tipo de carburante que podemos seleccionar, tanto a nivel medioambiental como de ahorro económico, pro muchos usuarios pasan de largo la posibilidad de adquirir un vehículo eléctrico por el tema de los enchufes ya que, sobre todo aquellos que no tienen garaje propio, puede ser un gran problema.
Hoy en día, algunas firmas como Scoomart, ya han puesto en marcha un sistema de recarga de baterías perfecto para ellos pues se sueltan del vehículo, se suben a casa, y se pueden cargar durante la noche. El problema es que por ahora hablamos solo de motos eléctricas, pero todo llegará ¿no?
Con respecto al vehículo con carburante de gas encontramos que casi todos lucen la etiqueta eco, lo que es genial, pero suelen utilizar dos depósitos, uno para gasolina y otro para el gas a presión, más que nada porque no en toda las gasolineras se puede repostar gas y, por ende, debemos tener una alternativa si queremos viajar con este tipo de vehículos.
Conclusión: tal vez todo dependa de nuestras propias expectativas y del uso que vayamos a darle ¿no?